escrito de Javier Peláez Uclés
Ganar un torneo de scrabble en la competición española es algo verdaderamente extraordinario y anecdótico, pues además de precisar de un nivel de estrategia y vocabulario avanzado, es necesario disponer de una gran dosis de suerte o azar que desequilibre la balanza. Es algo así como disponer de un juego sólido (ganar el 70% o más de las partidas en juego) y de una determinada consecución de rachas positivas.
Es la suerte que me tocó correr a mí en el V Abierto de Sevilla de 2015, de 12 rondas. Para llegar a alcanzar estas cotas de triunfo, me permito el lujo de indicar que es necesaria la puesta en escena del juego en una práctica constante, ya sea individualmente (haciendo duplicadas por ejemplo) o de forma colectiva (en clubes de scrabble, asociaciones o incluso en torneos).
El torneo de Scrabble en Sevilla – el primer día
Mi desempeño en el torneo anteriormente mencionado fue provechoso. La primera ronda del sábado me enfrentó con Vanessa
Amorós, decantándose a mi favor con cinco scrabbles míos frente a dos de ella.
Esta partida abrió una senda de 3 rondas consecutivas imbatido, en las que fui emparejado con Rick De las Casas y María De Arcos. La última ronda de la mañana me deparó una severa derrota con Antonio Álvarez, quebrando mi condición de invicto.
La tarde fue provechosa, resolviendo con definición los encuentros disputados con Miguel Ángel Henares y Arantxa Delgado en quinta y sexta ronda respectivamente, perdiendo en el enfrentamiento con Eufrasio Millán y ganando la última ronda de la tarde y del día con Montse Sánchez, dejándome en octava ronda con 6 victorias en un triple empate en cabeza de la clasificación.
El segundo día del torneo de Scrabble
La mañana del domingo se establecía como definitoria. La novena ronda me enfrentaba con Álvaro Noguer y se decantaba a mi favor, mientras que en la décima sufría un contundente correctivo a manos de Juan Novoa.
En estas vicisitudes, el KOTH aplicado a las dos últimas rondas del torneo me deparaba el destino de enfrentarme en un doble emparejamiento con Miguel Ángel Henares, en undécima y duodécima ronda respectivamente. El desenlace del primer “match point” me resultó adverso, en un encuentro muy disputado entre ambas partes, mientras que la última partida pude resolverla de for
ma satisfactoria, mediante la colocación de un BALEADOR en x9, que a la postre me brindaría el triunfo.
Así pues, al término del torneo de scrabble, se establecía untriple empate a 8 victorias en la cabeza de la clasificación, otorgándome la supremacía mediante la aplicación de los criterios de desempate de Median Bucholz y Berger, conformando un podio constituido por mí, Javier Peláez, Miguel Ángel Henares y Álvaro Noguer.
El scrabble es un juego que combina azar, estrategia y habilidad asociativa. Es testigo de muchas batallas en las que no hay ni vencedores ni vencidos, simplemente cifras favorables y desfavorables, y donde siempre prevalecen el gozo y el disfrute de una convivencia y de una compañía.